INFECTION "Acrotomophile Mutilator" CD
El metal Peruano siempre ha tendido hacia lo extremo, como ya sabemos. El extreme death metal ha tenido una constante presencia desde fines de los 80 e inicios de los 90, desde la época de Contumacy, uno de los pioneros en este sonido, que continuaron Cadaver Incubador o Anal Vomit entre otros y que llega hasta hoy con grupos como Gore. Y es que el impacto y popularidad “under” de grupos como Napalm Death, el primer Carcass, Repulsion desde el lado más grind, o de Cannibal Corpse situado más dentro en el espectro del brutal death metal fue muy grande.
El nuevo disco de INFECTION, "Acrotomophile Mutilator" (Mutilador Acrotomofílico), es un nuevo hito en esta larga tradición extrema y que, además, mantiene un estilo y sonido en exigente nivel. Se trata de un álbum de 11 temas, ninguno de más de 3 minutos que componen solo una escasa media hora de escucha. Lo que se agradece porque eso permite explotar la contundencia y agresividad ínsita de este trabajo. En esta variante, el metal, más que crear temas, crea sonidos.
Lo brutal y extremo es omnipresente, en eso, en la inmisericorde percusión y las letras abocadas a la mutilación, la execración, el estupro y los charcos de sangre (todo está cantado en castellano aunque sin audífonos es muy difícil entenderlas) podemos encontrar la vena extreme con claridad; sin embargo en las guitarras es posible apreciar un trabajo mucho más refinado. Este departamento está a cargo de Antonio Palacios, que ha introducido en la mayoría de temas una impronta muy técnica y una perspectiva casi de speed metal y que hace los temas mucho más audibles, en el sentido de disfrutables para un público más amplio de headbangers.
La voz está a cargo de Guliano Canessa en un trabajo más que meritorio, pues su vocalización siendo extrema, tiene algunas variaciones en timbre, entre oscuro y ligeramente más chillón, que hace los temas un poco más variados. Tiene, además, un espectacular dominio del ritmo para atacar las letras de las estrofas y que estas suenen realmente ametrallantes, sobre todo cuando se une al trabajo de la percusión (First Degree Murder es un ejemplo de esto, me recordó a los primeros discos de Severe Torture) que en esta ocasión ha sido programada (brutalmente programada) por el guitarrista. En el departamento del bajo también aparece Palacios cuya participación contribuye a dar cuerpo al sonido de la banda pues cuando la batería se dispara, y la guitarra se pone a riffear este instrumento es el que mantiene el esqueleto de las canciones.
La producción del disco es muy buena también. El sonido es claro, los instrumentos son plenamente distinguibles uno del otro, y en este caso vale la pena porque no hay que ocultar lo que se hace bien.
Escuchen un tema aqui: https://infectionmetal.bandcamp.com/track/when-children-murder